Nuestra historia

Buen Pastor Dental nació de una visión arraigada en la fe, el servicio y el propósito. Durante años, nuestro edificio en 4440 Sheridan Street fue un lugar de sanación y conexión a través de nuestros servicios médicos y de imagenología. Sin embargo, sentíamos que faltaba algo: un espacio dedicado a restaurar la salud y la dignidad de los pacientes a través de la odontología.

A través de la oración y el discernimiento, sentimos que Dios nos llamaba a extender nuestra misión. Lo que comenzó como una simple idea pronto se transformó en algo mucho mayor. Poco a poco, las personas indicadas llegaron. Los médicos indicados se presentaron. Los pacientes indicados comenzaron a llegar a nuestras puertas. Y los recursos —cada uno de ellos— llegaron en el momento oportuno. Quedó claro que esto era más que una simple decisión de negocios; era el momento divino.

Con la fe como eje central, Buen Pastor Dental se fundó no solo como una clínica, sino como un santuario donde los pacientes reciben un trato amable, compasivo y honesto, sin importar su origen. Nuestro nombre, que significa "El Buen Pastor", no es solo un símbolo; es la esencia de nuestra esencia. Nos esforzamos por reflejar su cuidado en la forma en que tratamos a cada paciente que entra por nuestras puertas.

Desde urgencias sin cita previa hasta restauraciones bucales que cambian la vida, estamos aquí para servir con excelencia. Nuestra clínica dental es ahora una parte próspera de una misión más amplia: una misión que no se basa solo en nuestro propio esfuerzo, sino en la perfecta provisión de Dios.

Nos sentimos honrados por lo que Él ha construido y seguimos comprometidos a honrarlo a través de cada sonrisa que restauramos.